Utilizar la feria de Beasain, incluyendo una recogida de firmas, al objeto de crear controversia entre la ciudadanía beasaindarra, obliga por enésima vez al gobierno municipal a dar explicaciones.

Dicen que los baserritarras no pueden comercializar sus productos. En el caso de Beasain esto no es correcto. Desde el primer día de la prohibición, el Ayuntamiento ha comprado a las y los productores el producto o se les ha dado opción de compra. Por otro lado, se han elaborado y distribuido carteles con los números de teléfono con los días de reparto de los productos a la venta. Como consecuencia de ello, esta última semana el Ayuntamiento no ha podido comprarles nada al habérseles agotado las existencias. Y eso que debido a este virus sólo en el Goierri, de 400 familias necesitadas de alimentos, se ha pasado a 600. Son datos facilitados por Cruz Roja. Los productos adquiridos se intenta repartirlos entre las personas más necesitadas. 

De este modo también, protegemos la economía de los productores lo cual es importante. "Facilitamos" totalmente su trabajo, ya que el Ayuntamiento está dispuesto a adquirirlo todo.

Se pregunta si no se puede hacer una feria con medidas de seguridad. El cumplimiento de las medidas en el recinto ferial puede ser relativamente sencillo, al menos desde el punto de vista higiénico (utilizando guantes o máscaras, manteniendo distancias…). La otra tal y como establece el decreto es la prohibición de la compraventa entre personas mayores de 65 años. No hay más que ver ejemplos de lo que nos rodea para ver que no se están cumpliendo las medidas que establece el decreto. Dentro de la zona de venta, las personas mayores de 65 años están comprando y vendiendo en algún caso. Por otro lado, se está dando el efecto llamada que genera la feria. Ordizia es un claro ejemplo de ello. Vienen de los pueblos de alrededor, sobre todo personas mayores, precisamente las que más debemos proteger. No hace falta más que escuchar a las policías municipales de los distintos pueblos (es decir, quienes tienen que hacer cumplir las normas) para saber cual es la realidad.

Las ferias, en nuestro caso, son algo que va más allá de la compraventa, tienen el extraordinario valor de la socialización, sobre todo entre las personas de edad avanzada. Y eso es precisamente lo que produce el efecto llamada. Lo que no se puede controlar es el exterior de la feria. La atracción es mayor ya que mientras los supermercados abren seis o siete días, la feria se celebra en un solo día.

El eslogan de que el gobierno municipal se opone a la feria y la utilización política de la misma no es de recibo. El gobierno municipal ha tenido entre sus prioridades desde siempre al sector primario y la feria. Sigue creando y fomentando iniciativas continuas en favor de la feria; de hecho creó el mercado extraordinario de productos locales y de temporada estableciéndolo el primer sábado de cada mes.

A las autoridades del gobierno municipal, desgraciadamente cada semana, nos está tocando contactar con los familiares de las personas que están falleciendo por el virus. Son aquellos y aquellas que no están pudiendo despedirse como debiera de sus seres más queridos. Pongámonos también en su lugar. No sabemos dónde cortar la conexión de la propagación del virus.

Nos toca actuar con responsabilidad y prudencia ya que caminamos sobre un hilo muy filo. Somos conscientes de que no es posible satisfacer a todos y todas y que, a ojos de muchos, las medidas adoptadas pueden ser excesivas. Por eso más que nunca la cohesión social, la solidaridad y la confianza son imprescindibles. Nos están tocando vivir momentos muy difíciles, con voluntad y flexibilidad, saldremos más unidos de esta situación.

Y aún así, la feria de Beasain volverá, más pronto que tarde, y entonces estamos convencidos de que las y los productores y baserritarras junto a este gobierno municipal, se alegrarán mucho cuando vean comprar allí a todas las personas firmantes en la plataforma "Beasaingo Azoka orain!”. Ya que ese es y será el verdadero apoyo e impulso a la feria. ¿Arriesgarse merece la pena cuando hablamos de muertes? Al fin y al cabo somos simples humanos.