Erase una vez, una alegre gitana llamada Esmeralda, que vivía en el sótano de la parisina catedral de Notre Dame junto con su familia y amigos. De profesión era bailarina y solía bailar en fiestas celebradas en lujosos palacios y en ocasiones también en la plaza de la catedral, donde se reunen los comerciantes a vender sus productos.

En la torre del mismo templo, el deforme y noble Quasimodo se encargaba de hacer sonar las campanas todos los días. Tímido y retraído era rechazado por adultos, que no conocían las bondades de su corazón, pero, la insistencia de Esmeralda en defenderlo logrará que lo acepten, lo respeten y lo quieran.

BEASAINGO BALLET TALDEA